Título: Apollyon
Autor: Jennifer L.Armentrout
Editorial: Editorial Kiwi
ISBN: 9781937053161
Páginas: 437
Saga: si (4/5)
No puedes encararte con el destino… y, ahora, tampoco con Álex.
Ella siempre ha temido dos cosas: perderse a sí misma en el Despertar y que le den el Elixir, pero el amor siempre ha sido más fuerte que el destino y Aiden St. Delphi está dispuesto a declararles la guerra a los dioses —y a la propia Álex— para conseguir que vuelva a ser ella.
Los dioses han matado a miles de personas y podrían destruir ciudades enteras en su intento de evitar que Seth consiga el poder de Álex y se convierta en el Asesino de Dioses. Pero romper la conexión entre Álex y Seth no es el único problema; hay algunas lagunas en la teoría de «un Apollyon no puede ser destruido» y la única persona que puede detener la destrucción absoluta está muerta desde hace siglos.
Abrirse paso a través de las barreras que guardan el Inframundo, buscar un alma entre millones y, de alguna manera, volver será bastante duro. Álex puede conseguir evitar que Seth se convierta en Asesino de Dioses… o puede terminar siéndolo ella.
Seguimos con problemas de edición y vaya si molestan, en este caso incluso se repite un párrafo completo, y jo, vaya si molesta cuando estas leyendo.
Esta saga me está gustando, convirtiéndose de momento en mi favorita de la autora, pero me ha parecido en cierto momento un poco lenta la acción. como si se estuviera repitiendo constantemente lo mismo. Alex con la mente absorbida por Seth y Aiden creyendo en que podía salir de allí. Y así durante un rato bastante largo.
Seth nunca fue santo de mi devoción, creo que está bastante claro, pero es que ahora ya se ha coronado. En el final de Deidad perdió totalmente los papeles y se le subió el subidón de éter a la cabeza. Ya sabemos quien andaba detrás de todo, y el por qué Lucian nunca dio buena espina.
Los planes se revelan y desvelan que los dioses están más implicados de lo que parecen. Todos los Apollyon son descendientes de Apolo, así es con Alex por los que se supone que ella debería se la Primera, pero en este caso es Seth el Primero y nadie sabe qué dios está a su cargo. Es algo que descubrimos hacia el final del libro, y las consecuencias para Alex son realmente catastróficas.
Conocemos un poco más a los personajes y en especial a Apolo. Me ha gustado su personaje y la dinámica con el resto del grupo es maravillosa. Están en una situación desesperada y con casi todo en su contra, pero aún así el humor se sigue manteniendo en la narrativa. Deacon sigue siendo uno de mis secundarios favoritos y realmente espero que no se lo carguen porque sería una pérdida terrible.
Aiden y Alex ya tienen claro que el orden de razas no va con ellos y no van a dejar su relación sólo por que lo digan las leyes. Piden sigue siendo de lo más adorable y una de las razones de peso para la nota del libro. En cuanto a Alex, al principio la vemos totalmente consumida por la voluntad de Seth, pero Aiden y sus amigos no se rendirán con ella, luchando en cada momento para lograr romper esa conexión.
La lectura se hace rápida, apenas se dedica tiempo a las descripciones con lo que todo pasa muy deprisa. Si bien es cierto que al principio es un poco repetitivo y esperas que salgan de ese bucle en el que se han metido luego todo viene de corrido y pasa en un suspiro.
Sobre la edición, creo que es mi portada favorita sin duda. Pero el interior me falla un poco ya que, como he dicho antes, hay problemas con la gramática.
En conclusión, creo que sin duda la saga va mejorando y viendo como ha quedado ese final, necesito leer ya Centinela. No se como lo hizo otra gente esperando tanto a que se publicara.
Esta saga me está gustando, convirtiéndose de momento en mi favorita de la autora, pero me ha parecido en cierto momento un poco lenta la acción. como si se estuviera repitiendo constantemente lo mismo. Alex con la mente absorbida por Seth y Aiden creyendo en que podía salir de allí. Y así durante un rato bastante largo.
Seth nunca fue santo de mi devoción, creo que está bastante claro, pero es que ahora ya se ha coronado. En el final de Deidad perdió totalmente los papeles y se le subió el subidón de éter a la cabeza. Ya sabemos quien andaba detrás de todo, y el por qué Lucian nunca dio buena espina.
Los planes se revelan y desvelan que los dioses están más implicados de lo que parecen. Todos los Apollyon son descendientes de Apolo, así es con Alex por los que se supone que ella debería se la Primera, pero en este caso es Seth el Primero y nadie sabe qué dios está a su cargo. Es algo que descubrimos hacia el final del libro, y las consecuencias para Alex son realmente catastróficas.
Conocemos un poco más a los personajes y en especial a Apolo. Me ha gustado su personaje y la dinámica con el resto del grupo es maravillosa. Están en una situación desesperada y con casi todo en su contra, pero aún así el humor se sigue manteniendo en la narrativa. Deacon sigue siendo uno de mis secundarios favoritos y realmente espero que no se lo carguen porque sería una pérdida terrible.
Aiden y Alex ya tienen claro que el orden de razas no va con ellos y no van a dejar su relación sólo por que lo digan las leyes. Piden sigue siendo de lo más adorable y una de las razones de peso para la nota del libro. En cuanto a Alex, al principio la vemos totalmente consumida por la voluntad de Seth, pero Aiden y sus amigos no se rendirán con ella, luchando en cada momento para lograr romper esa conexión.
La lectura se hace rápida, apenas se dedica tiempo a las descripciones con lo que todo pasa muy deprisa. Si bien es cierto que al principio es un poco repetitivo y esperas que salgan de ese bucle en el que se han metido luego todo viene de corrido y pasa en un suspiro.
Sobre la edición, creo que es mi portada favorita sin duda. Pero el interior me falla un poco ya que, como he dicho antes, hay problemas con la gramática.
En conclusión, creo que sin duda la saga va mejorando y viendo como ha quedado ese final, necesito leer ya Centinela. No se como lo hizo otra gente esperando tanto a que se publicara.
